Mastín Napolitano
Origen
Todos los mastines europeos
descienden del Mastín Tibetano, el más
viejo exponente de la especie canina. Probablemente los primeros Mastines
asiáticos fueron llevados de la India a Grecia por Alejandro Magno, alrededor
del año 300 A.C. Los griegos los dieron a conocer a los romanos, que se
entusiasmaron y los usaron en los combates de circo. La palabra Mastín proviene del latín que significa massivus, que significa macizo.
Según la cino filia inglesa, en cambio, el mastín fue llevado a Britania por los Fenicios
en el año 500 a. C. de allí se habría iniciado la difusión por
Europa. El Mastín Napolitano es de todas maneras descendiente del antiguo
Moloso romano. Mientras las razas fueron extinguiéndose por toda Europa, En
Campania la cría continuaba, a pesar del las amenazas del tiempo y de la guerra.
Se puede asegurar así que el Mastín Napolitano vive en Campania desde hace al
menos dos mil años, aunque su segunda aparición oficial en la cinofilia data de
1946 y su estándar de 1949.
Hay varias líneas de sangre,
entre las más reconocidas están di ponzano, del Gheno, del Vittoriale, di
Fossombrone, del Castellaccio, Dello Stradone, Dell'Illimani, di ponzo, del
sole.
Descripción
Son de color plomo, gris,
azulado, negro, leonado o leonado estriado, rubio, a veces con manchas blancas
en el pecho y/o en los dedos con 1/1.000.000 posibilidades puede salir
atigrado. Según el American Kennel Club (AKC) las normas [1], los machos
mastines napolitanos deben medir (65-85 cm) en la cruz, pesa (70 kg), pero
pueden llegar fácilmente hasta (90 kg) para los machos más grandes, mientras
que las hembras deben ser (61-80 cm) y pesan alrededor de (64 kg).
Cuidados
La cría del Mastín napolitano
es cara y difícil de conseguir. Su temperamento, en principio pacífico, puede
volverse agresivo si su propietario no es capaz de dominarlo con sensatez y
responsabilidad. Requiere ejercicio puesto a que su consistencia es grande y
desde que están en el vientre de su madre son de muy buen tamaño y con gran
fuerza necesitan mucho ejercicio; si no tiene un buen ejercicio se les puede llegar
a romper o doblar sus caderas ya que son muy pesados, todo depende de cómo sean
alimentadas las madres durante y después del parto para obtener buenos
ejemplares en el futuro. Ellos son de vivir en lugar como: patios grandes o
jardín grande.
Alimentación
El Mastín napolitano debe de
ser nutrido especialmente con carne (1 kg. al día) y arroz o pan. No debe ser
engordado con sopas y/o verduras pues llegaría a ponerse flácido y perdería en
vivacidad. La alimentación correcta sería alimentos balanceados y consultado
con su veterinario.
Carácter a pesar de su aspecto arisco e incluso feroz, el Mastín napolitano es un
perro pacífico, inteligente, equilibrado, dulce, fiel, es muy afectuoso con el
amo, amigo de los niños y con los amigos de casa, y muy silencioso. Es un
animal muy valiente, que sabe resistir con fiereza el dolor físico. Debido a su
maciza estructura, su movimiento es pesado y torpe, pero también si es
entrenado y ejercitado correctamente puede ser vistoso y elegante.